Esta práctica está relacionada con la anterior, consiste en plasmar nuestros recuerdos en la cartulina, para recordar nuestros sentimientos era necesario un ambiente propicio por eso Sergio nos propuso que cerráramos los ojos y apagáramos las luces durante unos minutos. También comenzó a hablar intentando atraer a nuestra memoria los recuerdos de nuestra infancia.
Los materiales que se necesitan son: témperas de colores, engrudo (harina mezclado con un poco de agua), cartulina blanca y tarros para realizar la mezcla.
He pintado recuerdos de mi niñez (amarillo, verde y rosa) y de mi adolescencia (morado gotas y ciírculos azules).
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